Wednesday, September 12, 2007

Don Chalio


Don Chalio el vaquero del rancho vivo la mayor parte de su vida con nuestra familia. Nunca supe su nombre completo. Era un hombre de caracter recio con ojos de lobo que nunca se quejo de nada y hacia unas platicas lentas y llenas de emocion viva que parecia hacer revivir el momento de los aconocimientos. Los detalles que daba eran como para novela de radio envolviendo a todo quien lo escuchaba, acompañado de un una lampara de petreoleo con la llama bailando al son de su voz fuerte y clara, sin titibueos, relataba historia, tras historia rompiendo el silencio de la noche.
Una de sus historias que se quedo grabada como si yo hubiera precenciado el echo fue cuando nos conto como un coyote se llevaba las gallinas del gallinero. Como el gallinero esta hecho con palos en lo alto para que las gallinas se trepen y duerma alli y los coyotes no las alcanzaran, este coyote pardo lograba de alguna manera entrar y como no alcanzaba las gallinas buscaba a las mas mensas que lo vieran y era cuando empezaba a mover la cola en circulos, cual la gallina miraba y la seguia con la vista hasta que empezaba a mover la cabeza en circulos como la cola del coyote y para cuando menos pensaba la gallina se mareaba y se venia abajo convertiendose en el almuerzo del coyote.
Don Chalio, nunca se caso pero crio a su sobrino, Juan el diablo, como si fuera su hijo, quien tambien crecio con la familia y era como un hermano para mi. Los fines de semana Juan y yo nos hibamos a San Agustin a vender quesos fresco que mi tia habia hecho. Lo de los quesos era tan solo pretesto para ir, mas bien nosotros hibamos con el fin de ver a Chavela la hija de Don Candelo. Llegamos en nuestros caballos con un trote llamativo haciendo los caballos relinchar cual era la señal. No tardaba Chavela en salir con un jarro de barro en la cabeza rumbo al pozo de agua, donde nos encontrabamos esperandola con sodas y galletas. Las horas de la tarde se ezfumaban y la noche nos sorprendia para luego ir luchando con los caballos miedosos que se espantaban de regreso con cualquier sombra que se moviera. La luz plateada de las estrellas era suficiente para ver el camino de regreso con nuestra platica de como era posible que Chavela caminara con tanto sanojeo sin tirar una gota de agua y sin tocar el jarro con las manos. Chavela al parecer tenia una voz hechizadora porque volviamos aunque no llevaramos quesos.

3 comments:

santo said...

no pues que chido y como cuentas las cosas se ve que lo disfrutaron y esa chavela pues si que era atractiva ehhh por como cuentas mira que ir hasta alla para comviovir con galletas y refrescos orale que anecdota Iggy y pues si vienes para aca tampico y veracruz acuerdate de los cuates :)

Visnja Roje said...

EStoy haciendo un recorrido de los post que he subido, y me encontré con tu comentario, y me decias que , se parecia mucho a tu tierra el norte de mi tierra
Yo tengo una amiga mexicana,pero vive en texas, y su pueblito qued en la frontera, bueno también es desierto,
Visitame, cundo quieras , que te parece ahora y asi ves un video que le hice a mi hijo, tu relato es bueno, y todvia persiguen a la chica?¿que pasó con los quesos?

un saludo


Visnja

FENIX said...

Buen relato,imagine la escena de la Chavela, pero me gustò mucho la foto, me hizo recordar una pelìcula del oeste.

un gran saludo para tì.